Yo y mis obsesiones

Adicta a la delicia de no saber.




lunes, 22 de agosto de 2011

Así se mata la esperanza

Como en cualquier drama hay una sonrisa infantil involucrada, aunque sea en la pantalla de un celular. Era la foto de mi Ximena, lo último que vi antes del derrumbe. Como en cualquier drama hay una mujer indefensa que es tocada con violencia donde sólo se debería acariciar con dulzura. Como en cualquier drama hay sangre, lágrimas, impotencia. Como en cualquier drama están los villanos, aunque en esta historia ya no sé quiénes son.

Fueron treinta segundos. El tiempo que uso para abrir las ventanas y recibir el sol por las mañanas, el tiempo que toman mis gatitos en acurrucarse a mi lado, el tiempo que tardo en olvidar un número telefónico o una dirección (o casi cualquier cosa). Me toma treinta segundos recalentar el café y empezar mi vida. Ellos tardaron treinta segundos en arrebatármela.

Si reviso mi memoria diré que fueron cinco. Que caminábamos entre un centenar de personas cuando nos rodearon. Que no tenían más de 17 años. Que vestían pantalones holgados y camisetas sin mangas. Que en sus ojos no había miedo, ni dudas en sus movimientos. Que nos amenazaron con cuchillos. Que sentí su filo en mi carne. Que nadie nos ayudó.

Una delgada línea de sangre cruzaba mi mano. No opuse resistencia, sólo me oponía a la realidad. Pasó. No sé bien cómo, pero pasó. Miré a alrededor, busqué ayuda, una mano que curara la mía, alguna mirada de solidaridad, de dolor compartido, alguien que al menos insultara a los ladrones. Nada. No encontré nada. El miedo ganó la batalla. Éramos tres contra el peso abrumante de la indeferencia. Fuimos por un policía que, mientras sobaba su barriga, nos mandaba al MP. No importaba si los pillos estuvieran a unos metros, no haría nada por atraparlos. Sólo está ahí, inmóvil, para vigilar la maquinaria de la impunidad. Ese es su trabajo.

Dirán que estaba en el barrio equivocado, que de Tepito nada distinto puede esperarse. Pero yo creía que sí, que todo, despacito, puede arreglarse. ¿Qué es la pobreza, sino la falta de oportunidades? Por eso había ido una semana antes a su centro comunitario. Ahí, los jóvenes en rehabilitación empiezan a reconstruir su vida, a recuperar su cuerpo. Se supone les daría clases para que pudieran terminar la preparatoria. Eran sólo dos alumnos, pero confiaba en que otros más se animarían, en que juntos podíamos mejorar su vida, su barrio, este país. Confiaba.

Este es el México real, donde a nadie le importa que tu vida esté en peligro, donde la única lucha es por sobrevivir, donde el mejor consejo es habituarse con resignación a la violencia. Trabajar, combatir, revolucionar, ayudar, son cada vez palabras más huecas. ¿Por qué debería importarme ayudar a quienes luchan contra sus circunstancias, si mi vida les importa un carajo?, ¿para qué gastar mi tiempo en tratar de salvar un país que lleva décadas podrido?, ¿cómo se puede estar tan solo en una ciudad con nueve millones de habitantes?

Hace casi un año, en Ciudad Juárez, un grupo de federales me subió a su camioneta para darme un “paseo”, el más largo de mi vida. Entonces sólo podía pensar en mi Ximena, en qué futuro tan despiadado le había heredado. Ahora sólo pienso en cómo llevármela de aquí, en que merece vivir en un país que no esté en ruinas. Así empieza la deshumanización, así se pierde la esperanza. Como ya sospechaba el poeta Efraín Bartolomé, estamos completamente solos y estamos derrotados.

viernes, 1 de abril de 2011

Te odio y te amo


El mundo es de apariencias, pero para Alejandra Quesada no basta. Ella tiene también un mundo de fantasías.


El diseño textil es su lenguaje para contar historias con cada prenda, usando grandes estampados y mezclas irreverentes que sólo ella puede hacer que luzcan bien.


Su colección pasada, llamada Te odio y te amo, se antoja mucho en estos días en que la temperatura alcanza casi los 30, aunque tiene más colores de otoño.


Y aunque no lo ha dicho abiertamente, es clara la influencia de Alicia en el país de las maravillas.




Me atrevería a llamarla "moda de fantasía", porque cada elemento de sus diseños y cada accesorio tiene un sentido dentro del conjunto estético y adquieren un nuevo significado, se convierten en árboles, en pájaros y en estrellas que forman parte de un cuento.


En 2009 Quesada sacó una colección inspiarada en un sueño, Volar dormido, que relata la historia de una niña secuestrada por marcianos que le ponen un par de alas y se la llevan a un jardín encantado.


Y esta larga historia se dividió en La noche, Las estrellas y El jardín encantado. El desfile fue un viaje surrealista.


Quesada sigue siendo una niña, tiene un mundo interno riquísimo y además con el talento para compartirlo.


Aquí pueden ver toda una fotogalería de su reciente desfile en el Mercedes Benz DFashion Fest

El lugar más pequeño del mundo: la poesía en renacer

Por primera vez, fui testigo de un parto. Y no fue ese escenario grotesco lleno de sangre y fluidos corporales, sino un viaje maravillo de la mano de la cineasta Tatiana Huezo.

Era la primera vez que presentaba su documental El lugar más pequeño del mundo ante el público y se le notaba nerviosa, con esa sonrisa escurridiza y los ojos que parpadean como si la vida se les fuera en ello.




El recorrido por un pueblo salvadoreño, empieza con un viaje interior, a su propio pasado. Huezo busca los rastros de su familia donde su abuela nació y se encuentra con las huellas de una guerra atroz, y las ruinas de un pueblo que intenta levantarse.


Era 1979 cuando en El Salvador un grupo de guerrilleros despertó la furia de un gobierno dictatorial. Por más de 12 años el pueblo y el poder sostuvieron cruentos enfrentamientos que dejaron más de 180 mil muertos y otros tantos desaparecidos.


Pueblos enteros se quedaron sin habitantes, arrasados por los militares que incluso los borraron de los mapas.


Tres décadas después, la gente de uno de estos pueblos, Cinquera, entre las pesadillas y las heridas que les dejó la batalla, sigue unida en nombre de su memoria, para defenderse de las nuevas amenazas, ya no del Estado sino de las pandillas y el crimen organizado.


“El tema de fondo en esta historia es la pérdida. Es una película sobre personas que han aprendido a vivir con su dolor. Creo que habla de la capacidad que tiene el ser humano de levantarse, de reconstruirse, de reinventarse después de haber vivido algo terrible”, dijo la autora en entrevista con el semanario Proceso.


La historia es estrujante y poética por sí misma, pero la fotografía es elemental para alcanzar esas atmósferas envolventes. El sonido y la imagen mantienen un discurso independiente, que al unirse forman un tercero con mucha más intensidad.


La cámara vuela por la selva como un fantasma que puede verlo todo sin ser visto. Sin que su presencia altere su entorno, el mundo se descubre ante ella con su infinita belleza.


Ernesto Prado, el fotógrafo, logra captar la inmensidad de los árboles, la frescura de cada gota y la luz de ese millón de colores que forman no sólo un paisaje, sino la tumba de quienes fueron asesinados y perseguidos en el monte.


La selva está tan viva, como muerto su pasado, y las imágenes logran reflejar la contradicción para contar una historia de derrota y fortaleza, de un pueblo que sin su doloroso pasado no tendría un digno presente.


Huezo admite que hizo la película desde la ignorancia, pues nunca se ha visto inmersa en una guerra ni ha hecho de la violencia el escenario cotidiano.


En México aún estamos lejos de una guerra civil pero los muertos, nuestros muertos, van quedando atrás, sin rostros ni rastros. Y después…La reconstrucción es imposible sin la memoria.


Al final, El lugar más pequeño del mundo, nos deja ese sabor dulce de la esperanza, de que sí puede haber un mañana si sabemos qué pasó ayer.
Para ver el trailer da click AQUÍ



miércoles, 9 de febrero de 2011

We all love whisky


Pronunciamiento ante la mala-copa

PRONUNCIAMIENTO DE CARMEN ARISTEGUI

9 DE FEBRERO 2011

Ciudad de México

Muy buenos días amigos ciudadanos, colegas y periodistas



Me permitiré dar lectura a un texto que he escrito para asumir una postura pública sobre mi despedida del noticiero matutino de Noticias MVS ocurrida este fin de semana… asunto que ha generado m{múltiples muestras de solidaridad que desde aquí agradezco.

Este es un suceso que, si bien afecta la vida profesional y laboral de un grupo de personas, entre las que me incluyo… tiene una trascendencia mayor a ese mero alcance limitado… Sobre lo que quiero pronunciarme es sobre el alcance mayor de este evento que impacta de diversas maneras a la sociedad mexicana… Una sociedad que en estos días y horas ha dado muestras de determinación y capacidad de respuesta frente a un hecho que la agravia y que lesiona sus derechos fundamentales… La vigorosa, fuerte y decidida voz de miles de personas en las redes sociales –Twitter, Facebook, otras modalidades y las manifestaciones en la calles son, en si mismas, un gran acontecimiento… La gran noticia de que estamos vivos… De que los mexicanos a pesar de la espiral de violencia, muerte y horror que nos acompaña todos los días estamos aquí para reconocernos en el espejo y luchar por un México mejor…

Agradezco todas estas expresiones y celebro aquí, entusiasmada su existencia y el signo vital que las acompaña… Abrazo a quienes en todos los tonos y con diferentes lenguajes se han manifestado en contra de lo que a todas luc3es un hecho autoritario, desmedido e inaceptable… un hecho así, sólo es imaginable en las dictaduras que nadie desea ´para México… Castigar por opinar o por cuestionar a los gobernantes.

El tema nos pega a todos… No solo nos afecta a nosotros como profesionales y a los ciudadanos a los que se les quita un espacio. .. se afecta también a este medio de comunicación y al grupo empresarial que desarrolla diversas actividades productivas a favor del país. Este grupo está encabezado por una familia a quien estimo y valoro. Fundada por uno de los hombres más queridos y respetados de la industria como fue Don Joaquín Vargas Gómez… Lamento sinceramente que sus nombres estén siendo acribillados en las redes sociales por la decisión tomada. Tenemos que preguntarnos, por qué sucedió esto y como fueron las cosas.

El pasado viernes 4 de febrero, en mi libre derecho de expresión formulé un comentario editorial que aludía a un incontrovertible hecho noticioso. A raíz de lo ocurrido en la cámara de Diputados el día anterior, cuando un grupo de legisladores exhibió una manta con la foto de Felipe Calderón con los ojos enrojecidos en la que leía: “Tú dejarías a un borracho conducir tu auto? ¿No, verdad? ¿Y por qué lo dejas conducir el país?, naturalmente se produjo una gran rispidez que orilló a suspender la sesión en el recinto legislativo… Había ahí ya una historia que contar a nuestras audiencias… Mi compañero Omar Aguilar presentó con gran profesionalismo ese hecho noticioso con pulcritud, con claridad y con suficiencia… jamás oculto ni la manta, ni el contenido de la manta, ni a los autores de la manta… Ni truqueo nada para que televidentes y radioescuchas no se enteraran de lo que decía la manta… No trampeo a nadie y presento al público, como el público merecía, todas las expresiones que en diferentes sentidos se emitieron al respecto… Nuestro auditorio quedó perfectamente informado del acontecimiento y con elementos suficientes para hacer su propia valoración… La información presentada me sirvió a mí de base para formular el citado comentario editorial… “Dejemos a un lado la caricatura, dije…” tomemos el asunto con seriedad… e hice algunas otras consideraciones… terminé con un cuestionamiento formal a las autoridades… ¿Tiene o no problemas de alcoholismo el Presidente de la Republica??... Yo no tengo manera de corroborarlo pero, si fuera el caso, sería algo delicado que deberíamos saber… no hay nada de ofensivo en la interrogante… especialmente si trata de algo que, de existir, afectaría por su naturaleza la toma de decisiones que impactan en todo momento a millones de personas en el país…

El comentario editorial cerraba diciendo que el tema –y dada su exposición pública a través de la manta de de los legisladores- merecía una respuesta seria, formal y oficial de la propia Presidencia de la República…

La Presidencia no respondió a la periodista… de inmediato exigió a los dueños –que no a la periodista- una disculpa pública inmediata por la tremenda osadía… Demostró con ello un grado de irritabilidad e intolerancia que por si mismas hablan de algún tipo de problemática… Que, por supuesto, también debe ser analizada.

Reconozco que el cuestionamiento era duro… pero de ningún modo injurioso o difamatorio… tampoco se transgredía en ningún punto al código de ética que ha sido aludido… Era simple y llanamente la formulación de una pregunta válida… Pregunta hecha por una periodista cuya intención quedaba perfectamente delimitada… El estado de salud y grado de equilibrio de un mandatario, por supuesto que es un asunto de claro interés público… La sociedad mexicana tiene derecho a saber con certeza, sin ofensas, sin caricaturizaciones sobre las condiciones de salud de quien ha tomado y seguirá tomando todos los días decisiones gravísimas que impactan sobre el destino de una nación. Y vaya que si ha impactado el destino de la nación las decisiones tomadas desde los Pinos en este sexenio…

El motivo de mi despedida, se dijo, fue haberme negado a ofrecer una disculpa y Transgredir el código de ética… Cosa que es falsa y se convirtió sólo en una coartada… En este momento no sólo no rectifico, ni me disculpo, porque no hay nada que disculpar, sino por el contrario ratifico la pertinencia de que la Presidencia de la Republica se manifieste al respecto…

Lamento sí, personalmente, que el Presidente y su familia se hayan sentido ofendidos por el cuestionamiento… no hubo, ni hay en la formulación de mi pregunta ninguna intención o ánimo de ofender… lamento que ellos se hayan sentido ofendidos… es claro que así ocurrió pero aún, así la pregunta sigue vigente…

El ejercicio del poder hace que las figuras públicas sean sujetas a escrutinios e interrogantes a los que no estarían sujetas otras personas por razón, precisamente, de sus responsabilidades y del impacto de sus decisiones… En una democracia esto forma parte del juego… ¿No tuvo Bill Clinton que hablar del semen depositado en el vestido azul de una muchacha ante una audiencia de millones de personas?... ¿¿No acaso el estado de salud de Dilma Roussef fue motivo de debate público antes de llegar ser Presidenta que ahora es…??? ¿¿¿Acaso no son las francachelas y excesos de Silvio Berlusconi materia del debate nacional…??? ¿Porqué en México se castiga con el despido a una periodista quien se atreve a preguntar???... ¿Por qué en México los empresarios de los medios pueden ser sometidos a presiones indebidas para que silencien a sus comunicadores???... ¿Por qué la sociedad mexicana se tiene que conformar con una sola visión de las cosas???... ¿Por qué fatalmente tenemos que vivir con la existencia de un duopolio televisivo que no sólo envilece las pantallas con programas denigrantes y nocivos como los de reciente estreno, sino que es ya en si mismo un poder que ha dañado la vida democrática nacional???

¿Por qué México está entrampado en una espiral de degradación e infamia sin que hagamos nada al respecto???... ¿por qué-como dicen los firmantes de una de las cartas de protesta publicadas en estos días… seguimos dejándolos conducir de esta manera al país???

¿Qué clase de democracia es esta que por un comentario editorial… que irritó al gobernante se le corta la cabeza a quien opinó?... ¿por qué desde el poder político pueden llevar las cosas al extremo, escándalo , el conflicto, deliberadamente, hasta lograr hacerle las cosas imposibles tanto al empresario, como a la periodista ocasionando la ruptura???... La pregunta es, ¿cómo es que pudieron elevar desde los Pinos, el grado de exigencia pidiendo casi la humillación, por un hecho absolutamente sobredimensionado? ¿Cómo es que a un empresario a quien tenemos como decente lo llevaron a comportarse de esta manera… ¿cómo ´pudieron lograr que se sintiera obligado a tal punto como para exigirme la lectura de una carta –obviamente no escrita por mí, en términos que me eran ajenos y que por supuesto no empataban con lo que dictaba mi conciencia… para satisfacer la ira presidencial?... Una exigencia de la lectura indigna de esa carta que quien me la formuló sabía de antemano que yo la rechazaría… Se llegó a ese extremo.

Por el grado de vulnerabilidad en el que quedan quienes tienen negocios o concesiones en el mundo de las telecomunicaciones y los medios de comunicación… En este caso hay un conjunto de concesiones en juego… y la resolución final sobre lo que pase en ellas se encuentra en el cajón del Presidente. Lo que debería ser técnico, jurídico y legal, en la realidad es un asunto político y discrecional… La aprobación que ha pasado por todos los filtros legales y técnicos, para tomarse, está sujeta a la venia final del Presidente… y ni siquiera a la venia final del Presidente… Es decir a los poderes dominantes en las telecomunicaciones cuyo poder desmedido impide la entrada de nuevos competidores y a los que existen les hace la vida verdaderamente imposible…

Persiste a nuestros días, un elemento que condiciona y distorsiona la relación de los medios con el gobierno, que es esta discrecionalidad política en la toma de decisiones en materia de refrendo y otorgamiento de concesiones en el ámbito de las telecomunicaciones. Es esta una de las razones fundamentales por las cuales en México no se despliega a plenitud un derecho fundamental como el de la libertad de expresión… Asuntos que deberían resolverse con la mayor certidumbre jurídica, en materia de plazos, planes de cobertura, plan de negocios y de inversión terminan siendo asuntos de decisión política y no de las áreas técnicas en la materia. Es el caso de las concesiones que en las banda de 2.5 gigahertz tienen varios operadores en el país del que MVS comunicaciones posee la mayoría de ellas. No obstante haber ya desahogado todos los requerimientos técnicos en materia de competencia, y de la opinión favorable de algunos comisionados de la COFETEL… y de la opinión favorable de la COFECO… y de tener a la espera –con riesgo de perderlas- cantidades millonarias de inversionistas nacionales y extranjeros… a pesar de tener todo en regla y un mercado demandante… indebidamente… inexplicablemente la decisión se ha retrasado por cinco años…! Teniendo todo en regla… No hay razón técnica, tecnológica, jurídica, ni económica que hoy no esté suficientemente satisfecha. La única razón que hoy impide a MVS Comunicaciones desplegar una red nacional de ancho de banda para internet que compita con los grandes conglomerados es total y absolutamente política…. Porque se coloca como una espada de Damocles en la vieja tesis autoritaria de la zanahoria y el garrote… Te portas bien, te refrendo tu concesión… te portas mal te la detengo, te la niego. Este es el ambiente de presión en el que se desenvuelve la relación no sólo de concesionarios con el gobierno, sino en el ambiente en lo que se desenvuelve el trabajo y el desempeño profesional de cientos de profesionales en su relación con las empresas de comunicación. Esa es la batalla diaria. En la medida en la que los comunicadores y los empresarios batallan frente al gobierno, en esa medida las audiencias ganan o pierden información. Lo más grotesco y paradójico de esta realidad, es que los que más se benefician de esta herencia del viejo régimen son los grandes monopolios que ahora son capaces de mantener este diseño para evitar nuevos competidores. Y aquí aparece de nueva cuenta la enorme responsabilidad de un poder legislativo que ha preferido el mantenimiento de reglas no escritas en lugar de una legislación moderna que de certidumbre jurídica a los empresarios, tutele los derechos de los periodistas y garantice el derecho a la información de todos los ciudadanos… Agradezco, por cierto, desde aquí el debate y los pronunciamientos que desde el Congreso se hicieron ayer por parte de los legisladores sobre el caso de nuestra despedida del Noticiero…

Sin embargo, no sirve mucho la democratización de los medios de comunicación condenar la censura por un hecho como este, al mismo tiempo que se coexiste con leyes que podrían y deberían ser modificadas en beneficio de toda la población y no de unos cuantos…

Sobre este ambiente de presión del gobierno hacia algunas empresas de comunicación actúa un fenómeno aún más grave que el antiguo control estatal sobre los medios. Se trata del debilitamiento del Estado y de sus instituciones por virtud de una supeditación política que parte desde el Presidente de la Republica, atraviesa las Cámaras del Congreso, amplias franjas del poder judicial, órganos reguladores a manos de nuevos poderes informales o fácticos que han logrado imponer su lógica de chantaje e intimidación –porque eso es lo que es- que los ha llevado a niveles de audacia y en un cálculo de poder, para sustituir –por lo menos parcialmente a poderes de la República… Ahí está, por ejemplo, una tele bancada en el Congreso, algunos sujetos reguladores capturadas por sus regulados… Como nunca en la historia del Estado Mexicano se han dejado crecer a estos poderes en México que , han llegado al punto… a la osadía diría yo… de querer también apropiarse de la propia Presidencia de la República… De otra manera no se explicaría la multimillonaria inversión que han hecho de construirle una candidatura presidencial al gobernador mexiquense…

El trasfondo delo sucedido en nuestro caso y que ha generado todas estas reacciones tiene que ver, precisamente, con este clima. Por esa razón es que una empresa decide, en sentido contrario a sus intereses, cancelar en el momento de mayor expansión; de mayor prestigio; de mayor influencia, un espacio de información crítica, de debate y opinión que ha sido valorado por anunciantes y audiencias… Por eso toma una decisión suicida.

Como tantas otras, esta es una empresa sometida indebidamente a una presión incompatible con un régimen democrático y de Estado de Derecho… Mientras no cambiemos las estructuras que están en la base de esta relación insana, los espacios con influencia críticas se ven permanentemente hostilizados y en su conjunto los medios de comunicación terminan por estandarizar o uniformar sus coberturas informativas. Se achata la libre opinión, se merma el debate y se inhibe la conducta crítica… Eso daña seriamente a la democracia y , por supuesto, los derechos fundamentales de las y los ciudadanos de este país.

¿Y bueno, me dirán, ahora que hacemos con lo sucedido? ¿Aceptamos lo sucedido que no le viene bien a nadie u optamos por la ética de la responsabilidad y buscamos un camino?... sin claudicar pero, sin exigir que el otro se arrodille…

Joaquín Vargas sabe perfectamente que yo no infringí ningún código de ética… sabe lo que sucedió, sabe que fue una coartada… sabe- porque las sufre todos los días- de las razones verdaderas que están detrás de esta decisión que está a punto de costarnos la cabeza… y digo a punto porque voy a plantearle una salida… digna, decorosa e inteligente… Ya sabrá si la toma.

Joaquín sabe como pocos de lo que estoy hablando… le digo a MVS que no le demos el gusto a los que saborean este fracaso…

Lo sucedido entre el viernes y el fin de semana entre Los Pinos, nuestras oficinas –no sé si también otras-la Destilería y el Meridien es algo que no se merece nadie, que nos daña a todos, y que para lo único que va a servir es para el desahogo absurdo de un berrinche presidencial y para beneplácito de los que prefieren que nadie compita, que nadie cuestiones o que se cuestione poquito.

No se lo merece un grupo de profesionales que estaba haciendo su trabajo que se ve brutalmente interrumpido… No se lo merecen, por supuesto las audiencias, no se lo merecen la familia Vargas porque han sido colocados en una disyuntiva perversa en donde tienen que calibrar como un grupo empresarial que les cuesta más frente al gobierno y poderes que lo presionan: si la cabeza de Aristegui o la banda de los 2.5 gigahertz… No se lo merece el país…

La Asociación Mexicana de Derecho a la Información, a la que pertenezco y que preside el maestro Raúl Trejo Delabre… ha dicho que la salida nuestra del aire es una pésima noticia para la sociedad mexicana… La decisión tomada es desafortunada para todos… “Pierde MVS cuya independencia editorial queda en entredicho debido a la suspensión de este espacio; pierde la periodista y su amplia audiencia. Pierde la Presidencia de la República, de donde surgieron las exigencias para que Carmen Aristegui se disculpara por el comentario que hizo el viernes 4 de febrero.”… AMEDOI exigió a la Presidencia “que con hechos, y específicamente en este caso, garantice el derecho a la libertad de expresión, así como el derecho de los ciudadanos a la información”… Solicitó a MVS “que reconsidere el despido de Aristegui” Y es exactamente lo mismo que solicito yo a ellos ahora desde aquí…

El país no está más para seguir perdiendo los espacios que hemos ganado; el país no está para que nos sigan regateando los derechos que nos pertenecen. México atraviesa por un momento crítico… el nivel de descomposición, de violencia y de debilitamiento institucional es profundamente grave… como para quedarse parado… No nos puede ganar el pasmo cuando el futuro de México se ha ensombrecido… Nos necesitamos informados, en alerta, críticos… no nos podemos dar el lujo de tirar por la borda lo ganado… ¿a cuenta de que lo justificaríamos???

Nuestra transición democrática ha adquirido un cariz trágico… Los niveles de violencia, de descomposición y de degradación de la vida pública están llegando a niveles de escándalo… La clase política mexicana que no ha estado a la altura de los retos y desafíos nacionales parece no darse cuenta del avance de estos nuevos fenómenos de poder que la han carcomido y debilitado como nunca antes… ¿Dejamos que sigan avanzando sin contraponer una fuerza social que, por lo menos los identifique, los discuta y los analice…?

¿Nos quedamos a la sombra de Políticos sometidos a intereses particulares porque antes que gobernar bien, hay que salir en la tele… o de gobernantes timoratos e irresponsables que lejos de atemperar concentraciones monopólicos, las han hecho crecer más, creando monstruos de poder que los tienen sometidos… y frente a los cuales no se atreven a dar ni un paso…

Esta mañana hago un llamado para revertir los efectos de este hecho ominoso…

Yo tiendo la mano y escucho a los que están en la calle y me dicen “tienes que regresar…” …Estoy dispuesta a regresar al aire este próximo lunes… siempre y cuando se cumpla una condición básica y única… Que MVS anuncie que retira de forma oficial el comunicado emitido junto con mi salida en el cual afirma falsamente que “transgredí, nuestro código de ética… y que promoví la difusión de rumores como noticias… Como consecuencia de ello pide que se publique otro comunicado oficial de la empresa en donde la valoración sobre mi integridad ética, que pretendieron dejar en entredicho quede resarcida.

Si MVS acepta hacerlo, se reconocerá tácitamente la naturaleza real de lo sucedido… Eso sería suficiente.

Joaquín lo sabe muy bien… que mi integridad profesional y ética nunca estuvo en entredicho realmente… que fue una coartada para tomar una decisión que le imponían… que el verdadero problema está en otro lado… Regresemos al aire y quedará evidenciado…

La Presidencia tendrá que hacer una valoración de lo sucedido… Serenamente.. Sin odios.. Con la serenidad que implica tomar decisiones a nombre de los otros… y aceptando, aunque no guste, que los ciudadanos y los periodistas tenemos derecho a preguntar… a inquirir y a criticar sobre lo que juzguemos pertinente.

Estoy aquí para hacer este llamado… Para revertir un hecho ominoso como el que sucedió… de manera digna, decorosa e inteligente.. Apostando por la verdad pero, sin romper o construido…

Mi estimado amigo Jorge Ramos, escribió hace algunos años un texto magnifico que tituló “El derecho a preguntar”… Recordaba ahí a la maestra Oriana Falacci quien decía que no debía existir ninguna pregunta prohibida. Todo se puede preguntar… con mayor razón si se trata de preguntarle a gente con poder…

Jorge contaba también de una entrevista realizada al Presidente Vicente Fox… había interrogantes en el ambiente de porque aparecía desanimado, sin ímpetu, sin grandes propuestas… el periodista le pregunto al mandatario… si con ello no alimentar rumores, sino tratando de clarificarlos… ¿“Toma Prozac”? le preguntó… Fox, miró al periodista y contestó simplemente “NO”… Por supuesto que no le gustó la pregunta pero, la contestó:… Tal como escribía Ramos: No hay pregunta prohibida… No hay pregunta tonta… Y cuando surge la oportunidad, hay que hacerla… Aunque sea la última vez…

A partir de aquí cierro mi comentario, no agregaría más porque el planteamiento está formulado y lo que resta es esperar las respuestas…

GRACIAS A TODOS Y BUENOS DÍAS…

Carmen Aristegui

http://www.youtube.com/watch?v=QLVk0BywtwU




Yo que no uso tacones, muero por estas zapatillas de Christian Louboutin, todas hechas de chocolate. Nótese la suela roja, que es identidad de esta firma

Ian McEwan: los estragos del terror

Por: Diana Amador

Considerado como un destacado miembro de la generación de Young British Writers, Ian McEwan es también apodado por algunos “Ian Macabro” debido a la naturaleza de su obra, marcada por un singular ahondamiento en las más sórdidas manifestaciones de la psique humana.Nacido en 1948 comparte con autores como Kazuo Ishiguro, Martin Amis y Julian Barnes la experiencia de la guerra fría y la trágica herencia de la Segunda Guerra Mundial: una Europa derruida, la polarización de las ideologías y una humanidad absorta tras la confrontación con su propia crueldad, aún pasmada ante los crímenes nazis y su significado. Aunado a este contexto, su entorno familiar estuvo también íntimamente ligado al belicismo. Hijo de un sargento mayor y procurador militar escocés, se vio obligado a mudarse constantemente a lugares tan disímiles como Singapur y Trípoli. Es quizá por esto que gran parte de su obra se encuentra enmarcada por la guerra.En Los perros negros dos militantes del Partido Comunista, June y Bernard, se conocen en un ambiente hostil en medio de un conflicto bélico, a pesar del cual comparten ideales y esperanzas de que el mundo puede ser mejor. Contraen matrimonio y viajan a Francia durante su luna de miel. Ahí, June tiene una experiencia que le revela la existencia de la auténtica maldad encarnada en dos perros negros, y la evidencia de una fuerza superior capaz de disipar todo residuo de perversidad.June deja el Partido para sumergirse en el mundo metafísico que, a su parecer, es la única salvación de la humanidad. Bernard, un hombre caracterizado por su consistente racionalidad, niega esta posibilidad y sigue el camino de la militancia y la ideología política izquierdista.Después de cinco años juntos y de formar una familia , la pareja decide separarse aunque nunca se divorcian ni se involucran con otras personas. La historia de este matrimonio es relatada 40 años después por Jeremy, el esposo de su primera hija Jenny.El narrador, que es también personaje, fascinado siempre por los padres ajenos después de que quedara huérfano, comienza a escribir las memorias de Jane para lo cual establece una estrecha relación con la pareja. Los encuentros que Jeremy sostiene con ambos, son la representación de un péndulo que oscila entre lo místico y lo puramente físico, entre lo intuitivo y lo racional, entre los dos polos que componen la naturaleza humana. La obra en su totalidad encierra los constantes enfrentamientos del amor contra la lucha por la subsistencia, de una energía suprahumana contra la tragedia cotidiana, el sacrificio de lo individual por el bien común. Ian McEwan fue testigo de los grandes debates en los años sesenta y setenta que giraban entorno a la dicotomía socialismo- capitalismo, y en esta obra hace un profundo análisis narrativo de las complejas relaciones ideológicas de la generación de posguerra, así como de la imposibilidad de conciliar las posturas antagónicas en una sociedad europea dividida. Aunque el eje central de la novela es la historia del matrimonio, Jeremy es el personaje que encabeza el recorrido por los polos ideológicos que Jane y Bernard representan, y es finalmente quien se encuentra ante la disyuntiva, y no sabe si los problemas del mundo se derivan de personas como ellos con creencias arraigas hasta la intolerancia o de personas como él, que simplemente no creen en nada. June y Bernard nunca dejaron de amarse, sus caracteres diametralmente distintos los complementaban, pero no compartían una cosmovisión, una interpretación de la vida, la forma en que percibían su entorno les impidió vivir juntos, aunque nunca terminó su idilio. El error de los personajes radica quizá en que, cegados por sus fundamentalismos, no se percataron de que compartían algo mucho más grande que sus ideas. Si bien por senderos distintos, ambos trataban de encontrar la forma de salvar a la humanidad de sí misma aunque June creyera que el universo era indiferente al destino del proletariado, y Bernard asegurara que es difícil indagar en los resquicios de la existencia mientras se sufre de hambre y pobreza.Finalmente ambos hicieron de sus principios dogmas de fe, June creía en una fuerza que superaba su entendimiento, mientras Bernard estaba convencido de que las ideas eran buenas, pero las encabezaban personajes inadecuados. Mientras ella era dueña de un pensamiento mágico y alentador, él también se engañaba a sí mismo creyendo que el socialismo era difamado. Uno y otro se alejaron de las utopías y emprendieron la búsqueda de un sentido, de un propósito, ya sea a través de la meditación o del método científico.Bien dijo Jeremy: No corresponde a la ciencia probar o refutar la existencia de Dios, y no corresponde al espíritu medir el mundo. La razón y las emociones van de la mano, pero su campo de acción es independiente.Incluso Bernard debajo de su orgullo llegó a albergar atisbos de duda cuando buscaba a la desaparecida Jane en el rostro de las jóvenes, cuando esperaba que su difunta esposa se comunicara con él, cuando no pudo responder si el sexto dedo de Jenny era la venganza de la naturaleza por dejar morir a una hermosa libélula. Jeremy discurre entre ambas teorías tratando de encontrar la propia y de darle un significado a sus acciones, a su presente y a su pasado. Los fantasmas de una infancia en el abandono nunca se alejan, no sólo toma a sus suegros como figuras paternas, también vive un episodio que interpreta como la recreación de sus solitarios años de niñez, en el que ve la oportunidad de redimirse, de exorcizarse asestando golpes vengativos a extraño que lastimó a su hijo ante la mirada turbada de los comensales. La apuesta final de McEwan es la recuperación de la individualidad, la tolerancia ideológica y la aceptación de la ambivalencia de nuestra naturaleza. Esto puede resumirse en el pasaje en el que Jeremy llega a la casa que durante años habitó Jane y al entrar en medio de la oscuridad, busca el interruptor de electricidad con la sensación de ser observado y se siente dividido entre su razón, que le dicta encender la luz y recuperar la “familiaridad” iluminada, y una premonición intuitiva e irracional a la que finalmente obedece y se salva de ser atacado por un escorpión. Esto ilustra un vínculo entre la razón y la luz, pero también que la salvación y la seguridad provienen de una fuerza anómala e ininteligible.La anécdota que da título a esta obra, el encuentro de Jane con las “bestias míticas”, en ese momento es la revelación de la maldad que aloja el corazón humano representada en estas siniestras figuras, que no sólo fusionan todos los miedos y las dudas ocultas del personaje, sino que también se convierten en el símbolo de los cuestionamientos sobre la racionalidad con que construimos nuestro pensamiento y nuestra realidad. Además, son “los perros de la GESTAPO”,entrenados por mentes ruines para cometer atrocidades, son también un elemento narrativo mediante el cual la novela asume la memoria histórica del autor y la cultura a la que pertenece; son la representación de un pacto, de una promesa de no olvidar ni repetir los crímenes del fascismo. Así como June, la humanidad ve alejarse a los perros en las montañas, pero debemos recordar que regresaran para perseguirnos, en algún lugar de Europa, en otro tiempo.

El violín: el rescate de Los olvidados

Por: Diana Amador

Una obra endémica del territorio mexicano. Si bien todos los pueblos latinoamericanos tienen una historia marcada por los enfrentamientos de la guerrilla y el ejército, marcada por la lucha del pueblo contra los gobiernos despóticos, sólo en México tenemos esa exquisita tradición con las imágenes en blanco y negro, en el cine heredada por Gabriel Figueroa , pero que nos remiten a Comala, a Pedro Páramo, a imágenes necesariamente mexicanas. El violín de Francisco Vargas, es un rescate a la cultura mexicana en más de un sentido. Recupera nuestra tradición oral, los mitos originales de los pueblos y la sabiduría indígena, que ha encontrado la lógica de la explotación a la que han sido sometidos históricamente. Es también un mosaico musical de México: sones, valses, pasos dobles, música de la Tierra Caliente, pero igual un fox trot o una cumbia. Todo se configura en un discurso perfectamente articulado, con el agregado de que también rescata una estética que marcó una etapa no sólo en el cine, sino en la cultura visual de los mexicanos: la época de oro.Forma, identidad y fundamento, ahí radica el valor de El violín. Es una historia de auténticos mexicanos, no de los clasemedieros de la ciudad que han invadido nuestro cine para contarnos anodinas historias donde, para asegura la ganancia mínima, debe aparecer alguna “niña bien” haciendo “travesuras”. Una historia de pobreza, de hambre, de injusticia que ha sojuzgado a las tres generaciones retratadas y a muchas más que les antecedieron. Es un vistazo al México real, a la miseria que se oculta en las montañas pero que no ha desaparecido, al deseo de emanciparse que no ha sido atendido, a la violencia latente que esconde el México bronco. El uso del blanco y negro no le resta realismo, sino que realza el drama y lo convierte en poesía. No se nos habla de situaciones inverosímiles o escenarios extraordinarios, al contrario, el filme está dotado de mayor fuerza precisamente por presentar algo tan cercano a los mexicanos y a los espectadores en general, porque de alguna forma, todos somos Plutarco Hidalgo, el anciano magistralmente interpretado por Ángel Tavira, músico tradicional sin formación actoral alguna, pero que asume el papel con total sinceridad, entrega y veracidad, como quien sabe en carne propia de qué se trataFrancisco Vargas busca la identificación, que percibamos como real y cercano lo que se nos presenta. Y es que detrás de cada mexicano que no pertenezca a la clase acomodada hay algún episodio de injusticia, algún rencor hacia el sistema que nunca nos ha considerado, alguna historia de lucha contra el poder. Pocos veces se tiene el valor de tocar estas heridas en el cine, porque las historias reales son las más dolorosas, las más duras, pero no por eso menos bellas.El inicio de la película pone todas las cartas sobre la mesa. Los violines melancólicos suenan al fondo, aparece la lista de premios que la producción ha ganado y de pronto comienza la violencia. una entrada de luz brilla por encima de la oscuridad interior de una cabaña de tablas , donde unos soldados golpean brutalmente y violan a un grupo de hombres y mujeres No se necesitan más explicaciones, las mujeres llorando en un rincón, el soldado amenazando e infringiendo dolor al hombre que permanece atado en una silla. Los gritos, la sangre, el sudor, una confesión que no llega, los derechos humanos cuya ausencia a nadie sorprende: es el ejército, son campesinos, es la sierra mexicana. La historia no podría ser distinta. Cuando el golpe del soldado se deja venir, aparece la pantalla negra con el nombre de los actores y sólo se escuchan los alaridos de dolor. No se necesitan imágenes explícitas, todo se intuye y el director deja al espectador la peor parte, la de imaginar las heridas y la tortura. El efecto que se logra es aún más fuerte que el de la pantalla teñida de rojo. Es posible sentir el dolor, adivinar el gesto descompuesto de quien ha caído en manos de quien dice ser la autoridad, aunque sólo veamos sus pies y el horror de las mujeres que lo presencian todo. La escena impacta por la desgarradora mezcla de violencia e impotencia. Prefigura la lucha eterna entre luz y tinieblas, vida y muerte, los de abajo y los poderosos, que teje la historia de la humanidad. Representa también el deseo de que la luz se haga sobre la realidad y se sobreponga a la violencia.En la siguiente secuencia se nos presentan a los personajes principales, y la historia comienza a dibujarse con otros elementos. Un paneo nos lleva de los áridos montes a la humilde choza de Plutarco Hidalgo. Paciente, cuidadoso, devoto en su labor como con los santos que cubren la pared. Don Plutarco es el personaje más enigmático. Habla utilizando letras de canciones, proverbios, palabrotas, fórmulas orales, que mucho dicen de su experiencia y poco de sus sentimientos. Aún con un muñón trata delicadamente a su violín, su eterno acompañante e instrumento de lucha en una batalla más engorrosa que la librada por su hijo Genaro, pues es una lucha contra el olvido. Así como el autor de la película rescata parte de nuestra cultura, Plutarco rescata la historia de su pueblo escribiendo y cantando las correrías de los héroes anónimos. Al final, su nieto Lucio sigue la tradición cantando la historio de Los Hidalgo. Se aleja de lo panfletario, pero Francisco Vargas no oculta su postura. Retrata siempre la visión de los guerrilleros, de los campesinos, la visión de los vencidos. Es la realidad de los de abajo y, literalmente, así son filmados. La cámara se mantiene siempre a la altura de los personajes, no hay un dejo de desprecio, soberbia o compasión. Tampoco es la versión folclórica de las tradiciones del campo mexicano, es un retrato fiel de su realidad y sus laceraciones.Durante la secuencia en que Genaro es perseguido por los militares, la cámara lo acompaña en su huída. Es su temor y su desesperación lo que queda plasmado en la película, y que logra contagiarse al espectador. De forma discreta, el director trata de despertar empatía, de alentarnos a comprender las dolorosas circunstancias en que viven estas comunidades. Los zooms y planos cerrados son usados para enfatizar las llagas de las manos trabajadoras, los surcos que el sol ha hecho en la piel de los personajes, para dotar aún de más realismo a la historia y a sus protagonistas, porque se trata de personas tan reales como la problemática que enfrentan. En contra parte, los soldados son tomados casi con indiferencia. Todos son iguales, sus historias carecen de importancia, pues sólo aparecen como un montón de hombres abúlicos dispuestos sólo a seguir órdenes, por inhumanas que estas sean. Sólo hay un intento por humanizarlos cuando El Capitán confiesa a Plutarco los pasajes dolorosos de su infancia pero, como se revela más adelante, es sólo una treta para ganarse la confianza del anciano. Vil, sanguinario, prepotente, despreciable…como todos los militares.Por otro lado, los planos abiertos nos permiten ubicarnos geográficamente. Se mencionan algunos municipios, pero nunca el espacio específico. Los paneos y los paisajes sugieren la sierra de algún lugar árido. Sabemos que la película fue realizada en Guerrero, pero bien podría tratarse de Oaxaca, Chiapas, Puebla o cualquier otro estado donde la miseria y el abandono inspiran el ansia de rebelión que ocultan las montañas. No todo es crudeza y desolación, el horror de la realidad es equilibrado no sólo con una fotografía impecable, pues en los momentos conmovedores además de dolor hay un guiño a la esperanza. Es el caso de la escena en la que Lucio pide a su abuelo explicaciones sobre la crisis por la que está pasando su comunidad. Con un relato mítico fantástico, Plutarco cuenta el origen de la ambición, de la injusticia y del espíritu de lucha. Mientras, la cámara nos muestra las cenizas de una fogata, la tierra seca y un tilt up recorre el tronco de un árbol, símbolo de sabiduría, fuerza y madurez, para finalmente lanzar una esperanza a la redonda y luminosa luna : “algún día lo sabrás”, dice el anciano alentando al niño a que luche por un futuro mejor. La narración recupera el origen de la creación, cuando la tierra fue dada a los hombres para vivir; luego sobrevino el despojo ambicioso einjusto que perpetran unos cuantos. Sobre ellos se alza la dignidad y la lucha de los “hombres verdaderos” para que la tierra vuelva a ser lo que era en el principio. La figura del octogenario Plutarco, todo él digno, entero, perseverante, y la música de su violín, serán entonces la representación de este compromiso, de esta lucha, de esta esperanza: cuando la música acompaña y alegra a las mujeres y los niños que huyen de la represión, cuando el violín seduce y casi doblega la fuerza opresora del capitán, cuando el nieto ha de seguir tocando y no rendirse, hasta que lleguen los tiempos de la vida y de la luz para el pueblo.Plutarco Hidalgo es el campesino estereotípico: tranquilo, estoico mas no cobarde, templado, prudente, humilde, religioso, amoroso hacia su tierra y hacia su pueblo. Su calidez, sus modos cuidadosos y su sencillez conquistan al espectador rápidamente. Aunque en la actualidad suene como un pésimo lugar común, este es el héroe de la película. El hombre más bueno, capaz de hacerlo todo por sus seres queridos, quien prefiere confiar en la bondad de las otras personas, que no se mantiene al margen de la lucha a pesar de su edad, rebelde pero respetuoso y humano, pues nunca se rebajaría al nivel de sus sayones.En el lado opuesto está El Capitán, un villano muy a la mexicana. De gesto adusto, labios gruesos, mirada impenetrable, robusto, prepotente y cínico. Antagonistas sólo en apariencia, pues ambos personajes comparte un origen. Más allá de las diferencias evidentes, son dos seres humanos que tienen la misma raíz y son enfrentados por el sistema, por el destino, pero la música los une en un entorno que tiene como telón de fondo a la guerrilla.El violín es el punto convergente, el elemento que une todos los hilos de la trama. Como en una expresión más de su rebeldía, Plutarco toca este instrumento aunque tenga un muñón, aunque las convenciones sociales digan que no puede. El violín lo acompaña en sus tristezas y en sus denuncias, y establece una conexión inimaginable. En un momento, quizá de debilidad, El Capitán relata a Plutarco sus viejos deseos frustrados de ser músico, le cuenta de la pobreza que padecía su familia, de las carencias que sufrió. Nada muy diferente a lo que vive el pueblo del anciano, los mismos campesinos a los que militar atacaba. El violín permite la construcción de importantes momento de tensión entre los personajes, lo que armoniza el refinado tempo narrativo del film. El Capitán usa al violín para retener al anciano, para hacerlo volver al “cuartel” a que toque para deleitarlo. Plutarco lo usa como un pretexto para estar convenientemente cerca del enemigo, a la vez sería su cómplice en la recuperación de las municiones que dejaron en sus tierras, y cada día es su eterno acompañante mientras escribe la historia de su lucha. El director busca en cada momento conmover al espectador, y todos los códigos de la película se concatenan para logarlo. El diseño del sonido es importante y refuerza el discurso que manejan las imágenes. Por un lado está la música y el silencio que se van sincronizando. Nada es fortuito, es posible sentir el peso del silencio en el bosque donde se esconde la guerrilla, la fuerza de los silbidos de los pájaros, la profundidad de la vida nocturna. El juego entre los sonidos tenues y el silencio, es la danza que permite al espectador sentir y escuchar el espesor del silencio de los oprimidos, y la pesada amenaza de las armas de los militares.La naturalidad es también llevada al terreno de los diálogos, pues permanecen cercanos a la realidad cotidiana. La economía verbal, el acento rural y expresiones idiomáticas, son fieles a la tradición oral, lo que complementa la idea del realismo y la humildad de los personajes y sus circunstancias. El tono hiperrealista se sostiene también por las interpretaciones, más allá de la simpleza del diálogo. Los actores supieron manejar los silencios y las frases únicas, otros, seguramente gente del pueblo que quiso participar, inyectan una dosis de espontaneidad que alimenta la naturalidad retratada. Lo coincidencia entre los códigos es evidente en cada cuadro. Tan sólo en una escena, cuando don Plutarco acude “al patrón” para que le presta una burra para ir en busca de su nuera, se presenta humilde frente al grotescamente regordete usurero, que termina aprovechándose de su desesperación obligándolo a firmar un papel en blanco. Los dos símbolos se contraponen: la riqueza y la carencia, la opulencia y la premura, la honestidad y la impudicia. Cuando finalmente la ignominia resulta vencedora, don Plutarco mira al cielo suplicante, y encuentra a las nubes que cubren al sol cómo en señal de mal augurio.La universalidad es otra característica digna de señalar. Sí, es una historia absolutamente mexicana, pero el director deja cierto espacio a la ambigüedad, de tal forma que resulta imposible determinar el lugar y el tiempo específicos en que se desarrolla la historia. Podemos adivinar un contexto sociopolítico, pero nunca se nos rebelan los detalles particulares, lo que nos permite englobar todas las historias que podamos imaginar: es el pueblo mexicano, la guerrilla salvadoreña, los indígenas de Guatemala, los sandinistas en Nicaragua. Son todos y es ninguno porque es la historia compartida de América Latina, la historia de los pobres, de Los Olvidados que han sido magistralmente rescatados por un cineasta. Paralelamente, la tensión de la acción dramática está concentrada en la oposición entre Don Plutarco y El Capitán. Aunque la atmósfera de la película pueda remitirnos a una guerrilla u otra, el encuentro entre los dos hombres, su pasión común por la música durante el sin sentido de la guerra, permite descubrir la humanidad universal de la película. La de dos seres obligados a realizar una terrible elección: seguir sus ideales hasta el final, o comprender al otro y cambiar de bando. Cumplir con el deber o traicionar… la música o las armas.

El instante decisivo

Por: Diana Amador

En un afán por aprehender al mundo que nos rodea cometemos el equívoco de pretender racionalizar todos los fenómenos de los que somos testigos, todas nuestra actividades y nuestra naturaleza misma. Queremos conocer las causa y efectos, el mecanismo que detona todo, encontrar la metodología exacta, las claves que nos ayuden a comprender nuestro entorno, cuando en realidad las cosas son más sencillas de lo que parecen.Los teóricos del arte, incluyendo la fotografía, se desgastan los sesos infructuosamente tratando de explicarla, de definirla, de fragmentarla hasta conocer todos sus elementos y los pasos previos a su creación. Podemos consultar cientos de manuales de fotografía, ensayos y retórica al mayoreo, pero eso jamás hará de nosotros unos profesionales de la imagen, unos buenos fotógrafos.Quién mejor que Cartier Bresson para demostrar que el oficio fotográfico no es más que pasión, sensibilidad, intención y práctica. Basta con saber observar, embelesarnos con el mundo y sus maravillas para después encontrar ese “momento decisivo” que exprese la esencia de lo que atestiguamos. Como él mismo lo dice, sólo es necesario coordinar al ojo, el cerebro y el corazón.Esto no quiere decir que debamos demeritar la labor de los fotógrafos porque, aunque parece fácil, la selección del segundo en que el disparo del obturador produzca una buena imagen es algo que se logra sólo con los años de práctica, la perseverancia y la suficiente humildad para saber que hasta el detalle más “insignificante” puede ser una gran fotografía. Si bien es cierto que resulta insuficiente teorizar sobre la fotografía y sus componentes, no podemos dejar de lado los factores estéticos que deben intervenir. El procedimiento que siguen los fotógrafos previo al “disparo final”, incluye no sólo la selección del segundo exacto sino también de los elementos, los sujetos que compondrán la imagen. Es decir, no basta con la parte intuitiva, es indispensable el conocimiento de los principios básicos de composición.Como dice el autor, el ojo del fotógrafo está en perpetua evaluación y esa al parecer es la única clave: saber mirar al mundo, la técnica viene después. La cámara que utilicemos, el tipo de película, etc, nos son determinantes en la calidad de nuestras imágenes, sólo son herramientas que nos ofrecen más o menos posibilidades creativas, o representan más o menos obstáculos. Sólo hay que conocer nuestro equipo, de las misma forma conocer nuestro entorno y a nosotros mismos y finalmente, cuando esos tres elementos se sincronicen, podremos comunicar algo con nuestras fotografías